Fernando Huerta Jiménez
14/01/2020
El Imperio Nilfgaard se ha erigido como el enemigo principal del continente, una nación aterradora que busca la destrucción del reino de Cintra y que ya mostró sus cartas al final de la temporada. Geralt de Rivia tendrá que hacer frente a este Imperio e inmiscuirse en la batalla que les deparará entre las dos principales fuerzas del continente.
Fringilla Vigo, una hechicera que salió de Aretusa, del mismo lugar y que es conocida por Yennefer, una de las principales protagonistas de la serie, y Cahir, un oficial del ejército que marcha en busca de Ciri, la princesa que debe proteger Geralt, son dos de los mimbres que tiene Nilfgaard para atacar a Cintra.
Según lo visto hasta el momento, la nación persigue la continua expansión en aras de una suerte de salvación fundada en cierto fundamentalismo religioso en torno a la Llama Blanca, también con frases proféticas como «El tiempo de la espada y el hacha está cerca”, una frase que ha llamado mucho la atención, ya que a muchos les ha recordad a Melisandre en Juego de Tronos.
Si la serie siguiera los pasos de los libros de Andrzej Sapkowski, aun queda para hacer efectivas las ideas de Nilfgaard. En el primer libro de la saga siguen la Escarcha Blanca. Se expone que los nilfgaardianos no están locos, sino que siguen una antigua profecía que llevaría a un evento cataclísmico.
Las novelas describen al Imperio como una poderosa fuerza con varias docenas de provincias entre sus territorios, por lo que parecería lógica la necesidad de su emperador de hacer guerras continuamente para mantener su poder. Aunque si fuese mal el rendimiento del Imperio, los habitantes iría contra el monarca.
Nilfgaard tiene una característica peculiar con respecto a los demás reinos, y es que acogen a cualquier ser que habite en la Tierra, ya sean elfos, enanos, brujos, dríades… Mientras que en Cintra existe une enorme racismo, que se ve en el odio profundo de la Reina Calanthe al prometido de su hija Pavetta.