Alejandro Romero Jiménez
14/11/2019
Reino Unido contaba con una de las economías y divisas más estables, seguras y poderosas de todo el panorama internacional. Sin embargo el creciente descontento producido por la crisis económica mundial fue aprovechado principalmente por Nigel Farage para promover la euro fobia entre la población británica. Esta mega campaña publicitaria a través de todos los medios de comunicación, redes sociales y programas en prime time tuvo su resultado con la convocatoria de un referéndum, por parte de James Cameron, en el que le preguntaba a la población británica ¿si o no?, a la salida de Reino Unido del mercado común europeo y por tanto de la Unión Europea. Tras cumplirse el deseo de casi el 60 por ciento de la población británica y aun con las secuelas de unas duras negociaciones, el próximo 31 de enero tendrá lugar la salida definitiva del archipiélago británico del mercado común europeo.
En concreto, la ONS ha asegurado que Producto Interior Bruto británico ha crecido tan solo un 0,3 por ciento al final del ultimo trimestre del año, y por consiguiente de estos datos se refleja una contracción del 0,2 por ciento. Este dato evita una caida, sin embargo la economía británica bordea los números de la recesión económica.
LOS SERVICIOS, EL MOTOR DE LA ECONOMÍA BRITANICA
El pequeño avance que ha experimentado en Producto Interior Bruto es producido mayormente por la solidez que posea Reino Unido en el sector servicios, teniendo en cuenta el periodo vacacional y el atractivo intrínseco del que posee el archipiélago británico.
Sin duda el motor de la economía inglesa es el sector servicio, de igual forma el sector de la construcción de manera sorprendente también ha repuntado mejorando las previsiones esperadas en el. Un cuatro por ciento más ha aportado el sector del ladrillo a la economía inglesa, ayudando a la sostenibilidad y al precario crecimiento de su Producto Interior Bruto.
Las autoridades económicas pertinentes han apuntado que el mes de octubre, es decir, el ultimo semestre del año el crecimiento interanual ha sido muy débil, seguramente producido por las negociaciones con la Unión Europea que preveían la salida de Reino Unido de la Unión Europea el mismo 31 de octubre. Sin embargo, dicho acuerdo no fue aprobado por los lores prorrogando la salida hasta el 31 de enero del año siguiente.
La economía inglesa históricamente es estable, aunque esta sufriendo la ralentización debido a las duras negociaciones para salir del mercado común europeo. Este proceso y esta reticencia provoca la falta inversión extranjera en el país, e incluso se han desatado campañas en contra de los productos ingleses por todo la Unión Europea. Esta decrecida tiene una nueva cita el 12 de diciembre con la convocatoria de elecciones generales, donde la incapacidad de May de llevar a buen puerto a Reino Unido no le ha dejado otra salida.
Esta cita esta marcado a fuego por aquellos que aun anhelan un viaje en el tiempo para votar no a la salida de Unión Europea, por el contrario el máximo favorito en las encuestas es el pro Brexit Boris Jhonson. Todo quedará en las manos del o la futurible presidenta de Reino Unido.